8 de agosto de 2016

Descubriendo la felicidad con una esponja en la mano


Era sábado por la tarde. Yo limpiaba el retrete mientras mi esposa barría la sala.

Con Katie Perry de fondo y una esponja con cloro en la mano, pensé:

Estar aquí, en este momento, haciendo esto, me hace igual de feliz que estar en cualquier otra parte.

Podríamos estar de viaje por Europa, descansando en una playa, cenando en un restaurante, en el cine o donde sea. Y mi felicidad no sería mayor a la de este momento.

Agradecí y atesoré ese sentimiento, quedándome con 3 reflexiones:
  1. Estar presente en el momento me permite apreciar y disfrutar las cosas más sencillas de la vida.
  2. La euforia no es felicidad. La emoción de hacer algo diferente y fuera de la rutina es un sentimiento placentero, pero la verdadera felicidad es algo que se vive día con día.
  3. Compartir la rutina con la persona que amas hace increíble cualquier momento.

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