Crucé la calle hacia la tienda,
había gente saliendo de la iglesia,
el calor moría entre nubes anaranjadas,
familiaridad de un sueño constante.
Compré el experimento sin miedo a las consecuencias,
regresé y ella me esperaba descalza.
La tele prendida y el mundo en silencio.
Después de todo, mi vida ya no es igual.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario