27 de julio de 2007

La historia de Guëndis

Un día de lluvia en primavera, Dysto se inspiró al ver 2 estrellas nadando en un charco y decidió crear una obra de arte. Debía ser algo espontáneo, pero con mucho significado; algo sencillo, pero que representara su concepción particular de la vida.

Entonces fue con el Rey Amargo, un hombre ruin y malhumorado que enfurecía sin razón y le picó la panza para hacerlo enojar. Dysto llevaba una grabadora escondida en su bolsillo y grabó todas las palabras de ira que el Rey gritó.

Regresó a su casa, invirtió la grabación y la mezcló con un Mi mayor en piano. El sonido era perfecto: un discurso enfurecido a la inversa. (Dysto era un genio)

Una vez que tenía el sonido ideal, lo comprimió y lo introdujo en una bola de estambre azul, lo envolvió en algodón sabor amarillo y lo puso a cocinar con agua en la olla lenta.

Mientras se cocinaba, Dysto fue a buscar a Regina Mambo, una bailarina que mezclaba pasos de tap con cumbia, y le pidió que le regalara un poco de su maquillaje. Ella le dio un frasco con pinturas de varios colores y le besó la garganta.

14 horas después, el sonido invertido envuelto en estambre y algodón se había convertido en una masa suave y moldeable con la que Dysto formo una figura humana y la decoró con el maquillaje de Regina Mambo. Le puso ojos, una sonrisa interminable y después se quedó dormido. Dysto había terminado su obra.

La llevó a una exposición de arte, pero la obra no recibió buenas críticas por carecer emociones contrastantes. Finalmente, un vendedor de artículos varios la compró por 15 dólares y la llevó a su tienda, donde yo la compré para regalársela a mi novia en su cumpleaños.

Desde entonces, nuestra vida ya no es la misma.

4 comentarios:

D.R.G. dijo...

oye... 15 dlls... nada mal

marches! dijo...

=)
y eso que las sonrisas no tienen precio!!

Anónimo dijo...

hola

Sho, nada más. dijo...

Es como un cuento para "niños" por Michel Gondry. : )