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Post sobre autorretratos

Alguien me pregunta que si por qué me gusta dibujarme a mi mismo. Yo no sé, ni siquiera sé si en verdad me gusta hacerlo o sólo lo hago porque es lo que más fácil me resulta dibujar; la opción de que me dibujo para expresar mis sentimientos queda descartada, pues a penas y tengo sentimientos, no es que sea yo un insensible, sino que mis sentimientos regularmente son muy neutrales, estables, o hasta aburridos.

Muchos grandes artistas gustan de pintarse a ellos mismos. Yo creo que eso de los autorretratos es una de esas cosas que son “fáciles, pero difíciles” Fácil porque pues “¡Ah! qué fácil, namás agarran el espejo y se autodibujan, pos si ya se han de saber su cara de memoria” y difícil porque así como puede ser fácil crearlo, puede ser fácil interpretarlo, y como es el mismo pintor quien aparece en el cuadro, pos no hay ni pa’ donde correr y esconderse cuando todos apunten con el dedo diciendo “Mira, Juanito se dibujó con una cara de susto y el corazón sangrando, pobre muchachito ha de estar sufriendo reteharto”. Aunque bueno, muchos artistas se distinguen por ser exhibicionistas. De seguro Juanito era un Emo muy exhibicionista (sino es que son sinónimos)

En realidad no sé, no me gusta opinar de manera tan generalizada y menos en estos temas, porque todo está lleno de excepciones y de cromatismos. La verdad es que sólo empecé a escribir esto porque hace rato me estaba dibujando a mi mismo; experimentando yo, como gran artista conceptual, contemporáneo, postmoderno y “fronterizo” que soy. Y salió algo así:

Autoretrato en Excel