Te sientas y cuentas los cuadritos de la loseta en el piso, te das cuenta de que en ninguno de los bordes termina de manera exacta, siempre es necesario cortar el tamaño original de la loseta; quieres resolverlo con la idea de crear un tamaño ideal (es decir, que uno se adapte al otro), pero vuelves a caer en una situación de preguntas y respuestas cíclicas.
Entonces decides ir al bosque a encontrar algo, algo que te lleve al origen, tras encontrar una cascada, empiezas a analizar la teoría de que el agua puede ser la respuesta, pero en el momento en que es necesario relacionar la existencia del agua con la de la sed, todo vuelve a caer en lo mismo.
Decides dejar el bosque, decides que es tiempo de volver.
Pierdes una pierna, un pedazo de tu perfección corporal; caminas más lento y con la idea de que lo que has perdido es solamente una parte material de ti, pero notas que tu pierna no fue lo único que se quedo tirado sobre aquellas rocas, te das cuenta de que algo más se quedó ahí, recuerdas la teoría del agua y todo vuelve a lo mismo.
Sigues caminando.
Al final, el árbol que usabas como punto de referencia para identificar el sureste se convirtió en el pedazo una loseta cortada para encajar en el tamaño del piso, por lo tanto deja de ser el objeto principal de tu búsqueda para convertirse en el inicio de otra pregunta que te llevará al mismo punto donde comenzaste.
Entonces decides ir al bosque a encontrar algo, algo que te lleve al origen, tras encontrar una cascada, empiezas a analizar la teoría de que el agua puede ser la respuesta, pero en el momento en que es necesario relacionar la existencia del agua con la de la sed, todo vuelve a caer en lo mismo.
Decides dejar el bosque, decides que es tiempo de volver.
Pierdes una pierna, un pedazo de tu perfección corporal; caminas más lento y con la idea de que lo que has perdido es solamente una parte material de ti, pero notas que tu pierna no fue lo único que se quedo tirado sobre aquellas rocas, te das cuenta de que algo más se quedó ahí, recuerdas la teoría del agua y todo vuelve a lo mismo.
Sigues caminando.
Al final, el árbol que usabas como punto de referencia para identificar el sureste se convirtió en el pedazo una loseta cortada para encajar en el tamaño del piso, por lo tanto deja de ser el objeto principal de tu búsqueda para convertirse en el inicio de otra pregunta que te llevará al mismo punto donde comenzaste.
10 comentarios:
sin duda este post es la prueba mas fidedigna de que en este astral territorio localizado a una distancia unica del sol existe mas que unos kilos de materia gris en los hombres, es decir, que sus pensamientos son tan abstractos como una pintura de picasso...maestro TelePedro...siganos iluminando jajajajaja You rules...
la unica diferencia es que Picasso sí sabía lo que hacía.
Dudas ciclicas... la vida en su total definición. Bueno el post
Mefisto
Con éste post pruebo que dentro de la mente de TelePedro siempre hay un montón de ideas abstractas y poco concretas...
Pero asi somos todos, todos tenemos esa parte en nuestra mente...
saludO*s!
bueno, pero solo puedes hacer el recorrido un numero limitado de veces, por que a fin de cuentas solo tienes un numero limitado de piernas para perder, no?
gallinas...
blogstar.
jajaja gallinas...
si basicamente si.
:P
Tele-recursividad... whoa.
Señor Telepedro, es ud. complejo (o sea, compuesto de una parte real y una parte imaginaria.)
Sumamente borgiano el texto.
Todo voleverá a caer en lo mismo. Son cículos interminables en esas atmósferas.
Como siempre, un placer leerte.
Publicar un comentario