21 de agosto de 2015

Un momento para mí



Hay un momento del día que particularmente disfruto mucho: cuando hago comida.

Hace un par de semanas, Laiza empezó a trabajar en un nuevo horario el cual no le permite hacer comida para nosotros. Esto nos ha hecho cambiar nuestra rutina y al mismo tiempo me ha permitido descubrir lo mucho que disfruto cocinar a la hora de la comida, pues ahora a mí me toca llegar del trabajo, cocinar para los dos, comer y regresar a tiempo a la oficina.

Pareciera incómodo tener tan poco tiempo, pero no es así.

Esto es lo que más disfruto:

Improvisar. Muchas veces ya tengo en mente lo que haré de comer, pero en otras ocasiones debo improvisar algo con los ingredientes que tenemos en el refrigerador. Esta momento de creatividad y experimentación me llena de energía.

La presión del tiempo. Hacer dos cosas a la vez, optimizar los minutos es algo que me da una adrenalina que me hace olvidarme de todo.

La soledad. Aunque Lupo me acompaña, disfruto estar solo con él, poner música y no pensar en otra cosa más que en lo que estoy haciendo. Es un momento para mí.

El resultado. No soy un chef, pero me gustan mis platillos, me gusta probar lo que cociné, pues normalmente trato de ponerle sabores distintos y jugar con los ingredientes para tener platillos interesantes.

Consentir. Me gusta mucho tener todo listo para cuando llegue Laiza, tener la mesa puesta, el plato servido, caliente y con bonita presentación. Me gusta que pruebe lo que cociné y sobre todo, que le guste.

Todo esto combinado hace que por una hora y media me olvide de todo. Me relaja, me quita cualquier estrés que pudiera tener y me da nuevas energías para regresar a trabajar con nuevos ánimos, la mente limpia, la barriga llena y el corazón contento.

1 comentario:

CELICA dijo...

Lo he dicho siempre.....eres unicoooooo!!!