Fue hace poco más de una semana, en la ciudad de Puebla. Acabábamos de tocar y platicábamos afuera del bar. El lugar tenía paredes muy moradas y estaba en una calle pequeña del centro. Hacía frío y atacaba el hambre devorador de la madrugada.
Crucé la calle, Arlo comía una hamburguesa y yo pedí mi hot dog: con todo, menos salchicha. La señora le puso algo así como un repollo a la plancha, tomate, cebolla, cátsup, mayonesa, mostaza y mucho chile jalapeño. Estaba a punto de pagarlo, pero Arlo me lo disparó.
Regresamos a la banqueta frente al bar, donde estaban los demás y me comí mi hot dog. Calientito, picoso, reportado y con ese sabor especial que le agrega el antecedente de haber tomado un par de cervezas.
Se me antoja uno en este momento.
2 comentarios:
sólo tengo una pregunta: repollo a la plancha?
que ricoooo... siempre k voy al oscarins con mis amigos pido mi hot dog con la salchita aparte para llevarla a mi casa hahahah... mi madre dice... SI TE LO COBRAN IGUAL, POR QUE DESPERDICIAR LA SALCHICHA... y ealla se lo come hahahaha
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