20 de mayo de 2008

Mis vacaciones

Todo inició con un peligroso y personalizado voceo en el aeropuerto que decía nuestros nombres y algo con la palabras “last call”. Corrimos, despegamos y llegamos.

Domingo

Cruzar el puente de Brooklin a Manhattan fue como acercarte a conocer a alguien con quien platicaste toda tu vida por internet, pero nunca viste en persona.

Como ya era tarde cuando llegamos, sólo caminamos algunas cuadras cerca de donde estábamos hospedados y cenamos pizza con pan de maíz, ya que cierta persona que no puede comer trigo no había comido pizza en 6 meses. Luego no podíamos dormir porque, aunque eran las 10 de la noche, para nosotros eran apenas las 7, pero debíamos hacerlo porque teníamos que levantarnos temprano el día siguiente.

Lunes

Se supone que el lunes iríamos a Libery Island, pero los barcos no estaban saliendo, creo que por la lluvia. Así que lo único que hicimos el lunes en la mañana fue mojarnos, perdernos y tomar fotos de gente con paraguas.


Decidimos cambiar todo nuestro itinerario e irnos al MOMA donde la lluvia era de colores y piezas de arte; muchas de ellas consideradas íconos representativos de corrientes de arte contemporáneo, , algunas –quizá- sobrevaluados, pero la mayoría creo que realmente dicen, comunican y aportan algo. Y verlas directo del canvas, para mí sí cambia mucho la percepción de la pieza. Mis obras favoritas fueron las de Matisse, Seurat (el puntillismo en vivo es otra cosa) y también las del señor sin oreja (aunque el impacto ante la noche estrellada no fue tan fuerte como lo imaginé)


Después del MOMA, pasamos rapidito a St. Patrick’s Cathedral, con todos los detalles interminables de las iglesias coloniales y una virgen morena haciendo presencia.

Tuvimos que regresar temprano al cuarto a descansar un poco antes del concierto de Tegan y Sara. La noche estuvo genial y cansada. Caminamos varias cuadras en la oscuridad hasta la estación del metro más cercana.


Martes

El martes fue distinto, las perdidas del lunes nos ayudaron a ubicarnos mejor y a dominar el metro, sistema al que posteriormente nos haríamos esclavos, incluso en las noches durante pesadillas sobre laberintos subterráneos con líneas rojas, verdes y azules.

Este día sería para el East Side, zona de nanas, niños uniformados, señoras con joyas y museos con nombres extraños como Guggenheim. Lo triste es que la mitad del museo estaba en remodelación y sólo 30 piezas de la exposición permanente estaban en exhibición, pero las explosiones masivas de Cai Guo-Qiang y el chico guapo de la taquilla lo compensaron.

Después, como ya estábamos cerca del Central Park, pues nos metimos a explorarlo un poco. Niños, gente con perros, gente trotando y patos desesperados por aparearse. Era tiempo de ir al Empire State, pero antes tuve que correr de regreso al Gugghenheim a hacer pipi.

Subimos 86 pisos para tener la mejor vista que hay en Nueva York. Estar ahí arriba fue como ver una película en vida real, entender un poco el mundo, la gente y la ciudad; sentirme parte de algo ajeno, pero cercano. Fue, tal vez, mi parte favorita del viaje. Recomendación: Si van a Manhattan de vacaciones, súbanse al Empire State y pidan el audio tour en español; es agradable, chistoso y conmovedor. (¿Qué tal mi descripción de caja de DVD?)


Estábamos cansados, así que regresamos al hostal a relajarnos y a comer. Dormimos un rato y después salimos de noche a pasear… en coche no, en metro.

Fuimos al Times Square que “es igual a como es”, con muchas luces, publicidad, turistas y musicales; un lugar lleno de iones e incandescencia. Caminamos, compramos camisetas y, como en la tienda de recuerditos nos mandaron mucho a la Virgin, pues tuvimos que comprar algunos CDs -Jojojo-.


Miércoles

La línea del metro idílico hizo una nueva parada a las 7 A.M. del miércoles para levantarnos y llevarnos a la Estatua de la Libertad. Luego regresamos a la zona de Wall Street y a buscar "algo" especial en el hueco que dejaron las torres gemelas, pero sólo encontramos máquinas, obreros y dolor en los pies. Después se supone que iríamos a Chinatown y Little Italy, pero estábamos cansados, extraviados, tal vez peleados, así que regresamos al cuarto para descansar y comer antes de irnos al teatro a ver Hairspray.

Jueves

El jueves fue el último día, ¿qué hicimos? lo peor que se puede hacer cuando un vuelo a las 4:20 limita tu vida: fuimos a Strawberry Fields, la parte del Central Park que hace memoria a Lennon; esta zona del parque me pareció mucho más bonita, caminamos entre puentes y colinas hasta llegar -por suerte- al American Museum of Natural History. Afortunadamente era de día y no tuvimos que perseguir un chango para recuperar nuestras llaves. Lo malo es que teníamos poco tiempo y el museo es gigante. Imagínense, es el resumen de la humanidad hasta donde la conocemos. Aquí descubrí lo poco que sé de historia y hoy me siento obligado a estudiar un poco más sobre el pasado.


El pasado es mi viaje a Nueva York, el presente es mi trabajo y el calor de Mexicali. Así que debo retirarme pronto para seguir trabajando.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Así que en Dulceácido tendrán una versión propia quizá de estas vacaciones. Buena descripción. Y te deseo más vacaciones de éstas, ¿vale?

marisol dijo...

El de la taquilla del Guggenheim te quería para él solo, PARA ÉL SOLO.

Sascha! dijo...

ke ricas son las vacaciones... aunque no hagas nada y estes en un lugar diferente... a mi me gusta vivir en un lugar distinto al de toda mi vida, por que puedo salir a la calle y ver algo que nunca había visto... aunque ya tenga 3 años viviendo aquí...

Werfanita dijo...

cambio drastico de n.y a mxli...

Lily dijo...

Que suave... que suave... no tengo mas palabras

tv dijo...

está re chilo ir a turistear a NY.
cuando yo fui aun no tenía cámara digital y todas mis fotos son de camaras desechables... salen bien.. pero aja como que no tomas fotos igual.

jaja. habrá que repetir ese viaje con más tecnología. :D

que padre que la pasaron bien.

saludos!

Lodi dijo...

Yo quiero ir a Nueva York!!! Algún día, algún día :)

Suly... dijo...

Lindas sus vacaciones...


Saludos...

Kamelie dijo...

Pregunta a quien haya ido y verás (haz una miniencuesta) SIEMPRE el Guggenheim está en remodelación SIEMPRE.