Dubidú despertó 2 horas antes de lo acostumbrado. Como ya no tenía sueño, decidió aprovechar ese tiempo en algo improductivo antes de irse a trabajar. Entonces se puso a tocar el piano de la tía Lulis.
La tía Lulis ya había muerto y Dubidú no sabía tocar el piano -la tía Lulis tampoco-, el que sí sabía tocar el piano era Rigo, el ex-esposo de Lulis, pero él se había ido a vivir a Australia.
Lo primero que Dibudú tocó fue el Do más grave, pues le gustaba empezar las cosas por el principio. Siguió con la escala completa hasta identificar todos los sonidos del piano. Eso le tomo media hora.
Los siguientes 30 minutos los usó para experimentar combinaciones. Descubrió que si tocaba Re, La, Fa# y Mi al mismo tiempo, sus fosas nasales se abrían y podía respirar mejor.
Al notar resultados tan inmediatos, Dubidú se entusiasmo y siguió tocando todas las combinaciones que se le ocurrían. Cada acorde le producía nuevas sensaciones.
Habían pasado ya hora y media, cuando descubrió un acorde que cambiaría su vida. Un La, Sol#, Do# y Mi le provocaban un placer parecido al que se siente cuando te hacen piojito. Dubidú tocó el acorde una y otra vez hasta que… se quedó dormido.
Ese día, Dubidú tenía una junta muy importante en el trabajo, y como llegó tarde, lo despidieron. Dubidú no volvería a las oficinas nunca más.
El resto de su vida la pasó tocando en un bar donde le pagaban con comida y vino. Pero dicen que se hizo rico con las propinas que le dan los enfermos de insomnio.
La tía Lulis ya había muerto y Dubidú no sabía tocar el piano -la tía Lulis tampoco-, el que sí sabía tocar el piano era Rigo, el ex-esposo de Lulis, pero él se había ido a vivir a Australia.
Lo primero que Dibudú tocó fue el Do más grave, pues le gustaba empezar las cosas por el principio. Siguió con la escala completa hasta identificar todos los sonidos del piano. Eso le tomo media hora.
Los siguientes 30 minutos los usó para experimentar combinaciones. Descubrió que si tocaba Re, La, Fa# y Mi al mismo tiempo, sus fosas nasales se abrían y podía respirar mejor.
Al notar resultados tan inmediatos, Dubidú se entusiasmo y siguió tocando todas las combinaciones que se le ocurrían. Cada acorde le producía nuevas sensaciones.
Habían pasado ya hora y media, cuando descubrió un acorde que cambiaría su vida. Un La, Sol#, Do# y Mi le provocaban un placer parecido al que se siente cuando te hacen piojito. Dubidú tocó el acorde una y otra vez hasta que… se quedó dormido.
Ese día, Dubidú tenía una junta muy importante en el trabajo, y como llegó tarde, lo despidieron. Dubidú no volvería a las oficinas nunca más.
El resto de su vida la pasó tocando en un bar donde le pagaban con comida y vino. Pero dicen que se hizo rico con las propinas que le dan los enfermos de insomnio.
3 comentarios:
Yay! Una Fa#...
Dibudú & Dubidú son hermanos gemelos?
Jajaja, yo iba a preguntar lo mismo.
Según yo se llamada Dubidú.
Y ahora que entré para volver a leerlo, vi el título y pensé que lo habías editado, pero te equivocaste desde el principio.
(No te preocupes, eres impopular y nadie lo leyó)
Me late que es el mismo, pero va cambiando de nombre conforme pasan las horas del día. A las 8:00 pm a lo mejor se llama Dubudí.
Estaría chilo, eso.
Publicar un comentario